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Resumen de la COP 29
Nuestro resumen tradicional de la COP proporciona una descripción general de las negociaciones de la COP 29 y sus principales resultados.

Foto: IISD/ENB | Mike Muzurakis
Nuestro tradicional resumen de la COP trae un panorama general de las negociaciones de la COP 29 y sus principales resultados.
Ya sabíamos que sería extremadamente desafiante adoptar una nueva meta de financiamiento climático justa en esta COP, considerando todo el contexto geopolítico actual, la complejidad y sensibilidad inherentes de la propia discusión de financiamiento en la CMNUCC, y las circunstancias que llevaron a Bakú del petróleo a convertirse en la presidencia de esta COP. Pero nadie imaginaría que fuera posible acumular tantos fracasos en una sola COP.
La COP 29 puede ser recordada como la COP que no cumplió. No entregó una decisión para operacionalizar el Programa de Trabajo de Transición Justa – un programa que continuará por un año más totalmente vaciado y con un alcance indefinido. No entregó una decisión para implementar las recomendaciones del Balance Global del Acuerdo de París y garantizar que la próxima ronda de NDCs esté alineada con sus resultados, incluyendo un proceso de transición para alejarse de los combustibles fósiles. Y no entregó una decisión unánime sobre la nueva meta de financiamiento climático, con diversas objeciones manifestadas durante la plenaria, y un lenguaje ambiguo y poco asertivo.
Con excepción de la tan esperada decisión del artículo 6 del Acuerdo de París, esta COP 29 no solo fue poco representativa en términos de avances sustanciales en la agenda de la CMNUCC, sino que también ayudó a desestabilizar la confianza en el proceso multilateral como forma de cooperación para enfrentar la crisis climática, dada la conducción del proceso poco transparente y obstructiva por parte de la Presidencia, incluso en la plenaria. Como siempre en estas negociaciones, las decisiones se logran a costa del cansancio ajeno.
Le tocará a Brasil en la COP 30 el próximo año “salvar” el régimen de la CMNUCC de esta crisis de confianza.
Pero antes… sobre LACLIMA
LACLIMA – Latin American Climate Lawyers Initiative for Mobilizing Action -, es un instituto dedicado a estudiar, investigar, desarrollar y divulgar el conocimiento sobre el derecho del cambio climático en Brasil y en América Latina. Nuestra actuación busca apoyar a la sociedad brasileña y latinoamericana en la implementación del Acuerdo de París, en la promoción de una economía descarbonizada y en la construcción de una sociedad más resiliente al clima, con justicia climática.
Desde 2019, LACLIMA está presente en las negociaciones del régimen de la CMNUCC, siguiendo sistemáticamente los principales puntos de la agenda de negociación, produciendo contenidos, informando y capacitando a miembros y organizaciones de la sociedad civil brasileña y de otros países de América Latina.
LACLIMA sigue el progreso de las negociaciones, la agenda y los resultados de los eventos y reuniones mandatadas por las conferencias de las Partes de la CMNUCC y del Acuerdo de París, a través de su Monitor del Acuerdo de París, un boletín mensual enviado por correo electrónico. Cualquier persona puede registrarse para recibir el Monitor del Acuerdo de París por correo electrónico al final de la página del Observatorio del Acuerdo de París en nuestro sitio web.
LACLIMA también fomenta una red de juristas y estudiantes de derecho que hoy cuenta con más de 1.350 miembros de todo Brasil, la “Red LACLIMA”. Esta iniciativa busca crear una comunidad de profesionales capacitados y comprometidos, promoviendo acciones orientadas a la educación, investigación y concienciación en el campo de la legislación climática. Si eres estudiante de derecho, licenciado o abogado y tienes interés en formar parte de la Red LACLIMA, accede al formulario de inscripción.
Nuestro trabajo en la COP 29
LACLIMA estuvo presente en la COP 29 con una delegación de 6 abogados(as), siguiendo las negociaciones en los temas de Adaptación, Pérdidas y Daños, Mercado de Carbono, Mitigación, Financiamiento, Transición Justa, Transferencia de Tecnología y Transparencia, con el principal objetivo de traducir para la sociedad civil el desarrollo de las negociaciones. Se realizaron seis reuniones informativas a lo largo de la conferencia, que pueden ser accedidas en el Instagram de LACLIMA o por los siguientes enlaces:
Briefing del día 15/11 sobre actualizaciones de las negociaciones Briefing del día 16/11 con MMA y MRE sobre el balance general de la 1ª semana de la COP 29 Briefing del día 19/11 sobre actualizaciones de las negociaciones Briefing del día 20/11 con MRE sobre transparencia Briefing del día 21/11 con apertura de Mary Robinson sobre actualizaciones de las negociaciones
La delegación de LACLIMA también capacitó a 12 jóvenes a lo largo del año y a 6 jóvenes de entre 20 y 28 años de los estados de BA, CE, PA, PE, SP y TO, durante la COP 29, en una alianza con el Climate Reality Project Brasil a través del proyecto “Operación COP”, que busca formar jóvenes líderes especializados en negociaciones climáticas, ofreciendo capacitaciones y talleres sobre los temas más relevantes del régimen de la CMNUCC. Los jóvenes estuvieron en la COP 29 acompañando a los delegados de LACLIMA en las salas de negociación, aprendiendo en la práctica cómo funciona el proceso de negociación multilateral climático.
A lo largo de las dos semanas, LACLIMA también participó en 15 paneles de debate de la COP 29.
La delegación de LACLIMA incluyó a los miembros de la dirección ejecutiva Flávia Bellaguarda, Caroline Rocha y André Santos, y a los coordinadores y consultores Gaia Hasse, Enéas Xavier, Juliana Marcussi, Maria Gabriella y Yago Freire. También estuvieron presentes los miembros del Consejo de LACLIMA Caroline Prolo, Carlos Rittl y Rodrigo Sluminsky. Todo esto también fue posible gracias al equipo de soporte administrativo de LACLIMA, Bárbara Prado y Giovana Serra, y al equipo de comunicación de Causo y Mariana Maraschin.
Financiamiento Climático
La agenda de financiamiento de la COP 29 abordó diversos puntos de negociación. Sin embargo, los países optaron por concentrar sus esfuerzos prioritariamente en la Nueva Meta Colectiva Cuantificada de Financiamiento Climático (NCQG), teniendo en cuenta el plazo para la adopción de una decisión sobre el tema en esta COP.
Historial de las negociaciones
Las discusiones sobre la NCQG comenzaron con las reacciones de las Partes al borrador de texto elaborado por los co-facilitadores del programa de trabajo ad hoc. Este texto preliminar fue ampliamente rechazado, ya que no reflejaba adecuadamente las visiones de las Partes. Ante esto, el documento fue reformulado y ampliado, permitiendo el avance de las discusiones sobre algunos temas técnicos, como transparencia, acceso al financiamiento y capacitación. A pesar de estos progresos puntuales, no se logró ningún avance significativo en relación con los elementos centrales de la meta hasta el final de la primera semana.
Al final de la primera semana, el texto fue enviado a la Presidencia de la COP que, a su vez, tomó medidas para impulsar las negociaciones. Se designaron dos Ministros para realizar diálogos políticos con las Partes, en un intento de alcanzar avances en cuestiones fundamentales, como el valor total de la meta (quantum), la base de contribuyentes y la estructura general del financiamiento. Además, bajo la orientación de la Presidencia, se realizaron sesiones con los jefes de las delegaciones para tratar los aspectos técnicos de la meta. Asimismo, Brasil y el Reino Unido fueron llamados a asesorar a la Presidencia en la búsqueda de resultados equilibrados en la COP 29.
A lo largo de la segunda semana de negociaciones, se divulgaron diversas versiones del proyecto de decisión de la NCQG, reflejando las interacciones continuas entre las Partes. Inicialmente, se presentó una primera compilación simplificada de propuestas que sirvió como transición para el texto de decisión preliminar de la Presidencia, incluyendo opciones emanadas de las consultas ministeriales. Este documento fue considerado equilibrado, disponiendo de elementos cualitativos y cuantitativos, con obligaciones de provisión a los países desarrollados, pisos de financiamiento regional y para países vulnerables, concesión de recursos financieros a título de subvenciones o altamente concesionales, entre otras disposiciones. Sin embargo, a medida que las negociaciones progresaron, la Presidencia divulgó una nueva versión del texto, con una redacción más escueta y simplificada. Aunque esta versión buscaba facilitar el consenso, fue ampliamente criticada por su lenguaje ambiguo y por omitir elementos esenciales. No hacía mención explícita a las obligaciones de provisión de recursos, considerando una meta global bajo la responsabilidad de todos los actores para la movilización de USD 1.3 billones anuales hasta 2035. El texto tampoco abordaba los derechos humanos, ni excluía ciertos flujos financieros, como préstamos, de la contabilidad del financiamiento climático. Además, la nueva redacción no incorporaba ninguna postura contraria a las inversiones en combustibles fósiles, lo que generó preocupaciones sobre su idoneidad para promover una transición climática justa y eficaz.
Decisión adoptada
La decisión adoptada insta a “todos los actores” a trabajar juntos para viabilizar la ampliación del financiamiento para los países en desarrollo, a partir de todas las fuentes públicas y privadas, para alcanzar al menos USD 1,3 billones por año hasta 2035.
Específicamente en relación con los países desarrollados, se decide establecer una meta “como extensión de la meta” de USD 100 mil millones al año referida en el párrafo 53 de la decisión 1/CP.21. Esta meta cuenta con que los países desarrollados asuman el liderazgo, y por un monto de al menos USD 300 mil millones por año hasta 2035, para los países en desarrollo Partes. A pesar de que corresponde a los países desarrollados asumir el liderazgo en la entrega de esta parte de la meta, podrá ser alcanzada a partir de una amplia variedad de fuentes, públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluyendo fuentes alternativas; y podrá contabilizar todos los flujos financieros relacionados con el clima, y el financiamiento relacionado con el clima movilizado por los bancos multilaterales de desarrollo. La petición de los países en desarrollo de que hubiera una asignación específica de la meta para la provisión de financiamiento público por parte de los países desarrollados no se materializó.
La decisión alienta a los países en desarrollo también a realizar contribuciones, incluso a través de la cooperación Sur-Sur, de forma voluntaria.
La decisión también resalta la importancia crítica de reducir significativamente el costo del capital, aumentar la relación de movilización de financiamientos provenientes de fuentes públicas hasta 2030 y crear espacio fiscal en los países en desarrollo mediante el uso de instrumentos innovadores, como instrumentos de primera pérdida, garantías, financiamiento en moneda local e instrumentos de mitigación de riesgo cambiario.
En términos de quantum, también hay una decisión en el sentido de que se provea un aumento significativo de recursos públicos a través de las entidades operativas del Mecanismo Financiero, del Fondo de Adaptación, del Fondo para los Países Menos Desarrollados y del Fondo Especial para el Cambio Climático, y también se decide hacer esfuerzos para, como mínimo, triplicar los flujos anuales de estos fondos con respecto a los niveles de 2022, hasta 2030.
En términos de proceso, se lanza la “Ruta de Bakú a Belém para los 1,3 billones”, con el objetivo de ampliar el financiamiento climático para los países en desarrollo para apoyar trayectorias de desarrollo de bajas emisiones de gases de efecto invernadero y resilientes al clima, así como implementar las NDCs y los Planes Nacionales de Adaptación, incluyendo a través de donaciones, instrumentos concesionales y no generadores de deuda, y medidas para crear espacio fiscal, teniendo en cuenta iniciativas multilaterales relevantes, según corresponda. Las Presidencias de las respectivas COPs deberán producir un informe resumiendo el trabajo a medida que lo concluyan hasta la COP 30/CMA 7.
Finalmente, se decide que se realizará un balance de la implementación de esta decisión como parte del Balance Global del Acuerdo de París, y se iniciarán deliberaciones sobre los próximos pasos antes de 2035, incluyendo una revisión de esta decisión en 2030.
“Consenso” en la adopción
Después de que el Presidente de la COP 29/CMA 6 proclamara la adopción de la decisión, India pidió la palabra para manifestar explícitamente su objeción a la adopción de la decisión, alegando que pretendía solicitar la palabra antes de que el Presidente diera el martillazo (el Presidente leyó el informe e inmediatamente dio el martillazo, sin esperar reacciones de las partes y sin anunciar con las tradicionales palabras “Al no haber objeciones, así se decide”, tomando a todos por sorpresa). A continuación, Bolivia, Nigeria y el Grupo de los Países Menos Desarrollados también respaldaron la posición de India. El Presidente tomó nota de las declaraciones de los países y prosiguió con la sesión, manteniendo la decisión adoptada.
Para un análisis sobre el proceso de consenso en la CMNUCC, recomendamos la lectura de esta opinión elaborada por nuestros colegas de Legal Response International.
Adaptación
La agenda de negociaciones de adaptación enfrentó diversos desafíos en la COP 29. Mientras que las negociaciones sobre el Informe y la Revisión del Comité de Adaptación (AC) fueron bloqueadas por el Grupo Africano de Negociadores, tampoco fue posible una decisión sobre los Planes Nacionales de Adaptación (PNAs), debido a la resistencia de los países desarrollados a incluir compromisos sobre la provisión de financiamiento climático para la producción de los PNAs y, así, la discusión fue pospuesta para el próximo año. De esta forma, la atención se centró por completo en las negociaciones sobre el Objetivo Global de Adaptación (GGA), que se centraron en tres aspectos fundamentales: (i) el programa de trabajo de EAU-Belém sobre los indicadores para la medición del progreso de las metas temáticas y dimensionales establecidas en la COP 28, (ii) aspectos relacionados con el párrafo 38 de la decisión 2/CMA.5, que se refieren a cuestiones operacionales para el funcionamiento del GGA y su relación con futuros procesos de Balance Global, y (iii) discusiones sobre el concepto de adaptación transformacional y su posible relación con el GGA.
Al final de dos semanas intensas de debates, el consenso entre las partes se construyó con gran dificultad, resultando en una decisión que define el camino del GGA hasta Belém. La decisión reafirma la solicitud para que el grupo de expertos técnicos realice una revisión y refinamiento del mapeo de los indicadores para la medición del progreso de las metas de adaptación, confirmando que la decisión final sobre la lista de indicadores será tomada por la CMA 7, en Belém.
Se destaca el reconocimiento de la importancia del equilibrio de género y la diversidad geográfica entre los miembros del grupo de expertos, y el énfasis en la relevancia de la inclusión de conocimientos tradicionales, de pueblos indígenas y de sistemas locales de conocimiento dentro del programa de trabajo de los indicadores. La decisión también alienta el diálogo continuo entre partes, expertos y otros stakeholders en el proceso de refinamiento y desarrollo de indicadores, previendo la realización de diálogos y talleres a lo largo del próximo año, para permitir el progreso de este complejo trabajo.
El texto destaca criterios adicionales para el potencial conjunto de indicadores, que incluyen: la mensurabilidad y la disponibilidad de datos que posibiliten el monitoreo transparente del progreso; la capacidad de utilización de datos ya disponibles o fácilmente recolectables; el uso de métricas consolidadas y disponibles; la relevancia para múltiples metas temáticas; la orientación a resultados. Para evitar imponer cargas y gravámenes de reporte adicionales a los países, la decisión también define que el resultado final del Programa de Trabajo EAU-Belém sobre los indicadores deberá consistir en un conjunto manejable de un máximo de 100 indicadores.
Estos indicadores también deberán ser globalmente aplicables, y compilados en un menú que abarque diversos contextos de acción de adaptación, permitiendo que las partes elijan qué indicadores reportarán, a la luz de sus circunstancias nacionales. Además, deben ser diseñados para permitir la evaluación del progreso en relación con el cumplimiento de los diversos componentes de las metas.
La decisión también reconoce la relevancia de que los indicadores sean capaces de capturar información relacionada con la inclusión social, pueblos indígenas, procesos participativos, derechos humanos, igualdad de género, migrantes, niños y jóvenes, y personas con discapacidad. Asimismo, se prevé que se mapeen indicadores cuantitativos y cualitativos, para facilitar la implementación de acciones de adaptación.
La referencia a los medios de implementación, es decir, a la disponibilidad de recursos de financiamiento, capacitación y transferencia de tecnología para acciones de adaptación, fue incluida solo en los instantes finales de la COP 29, y aun así de forma muy tangencial. La decisión prevé la necesidad de que los expertos técnicos desarrollen, según sea necesario, indicadores de factores habilitantes para la implementación de acciones de adaptación, incluyendo medios de implementación. Además, se prevé que el resultado final del Programa de Trabajo EAU-Belém también deberá incluir tales indicadores cualitativos y cuantitativos para factores habilitantes para la implementación de acciones de adaptación, incluyendo medios de implementación.
En paralelo, adoptando una sugerencia realizada por el Grupo Árabe y que en un primer momento generó resistencias, se lanzó la Ruta de Adaptación de Bakú, con el objetivo de avanzar en el progreso de conformidad con el Artículo 7.1 del Acuerdo de París y apoyar la implementación de los elementos descritos en el párrafo 38 de la decisión 2/CMA.5. Las partes entendieron que no había tiempo suficiente para discutir profundamente las visiones sobre estos aspectos y, así, las discusiones deberán continuar en un momento futuro.
Finalmente, sobre la adaptación transformacional, las Partes optaron por una solución intermedia: reconocieron que tanto los enfoques de adaptación incremental como los transformacionales son esenciales para proteger el bienestar de las personas y del planeta, y reconocieron el informe técnico preparado por la secretaría, pero decidieron continuar las consideraciones sobre esto el próximo año.
Artículo 6
A diferencia del fracaso que ocurrió en la COP 28 con la falta de decisiones sobre el tema, los avances en la operacionalización de los instrumentos de cooperación del artículo 6 del Acuerdo de París comenzaron pronto con una decisión, en la plenaria de apertura de la COP, sobre el Mecanismo de Crédito del Acuerdo de París previsto en el artículo 6.4 (“PACM” – Paris Agreement Crediting Mechanism). En ella, las partes decidieron reconocer la adopción, por parte del Órgano de Supervisión del Mecanismo (SBM), de requisitos para la aprobación de metodologías y actividades de remoción de GEI de la atmósfera. Estos requisitos serán la base para la selección de actividades que podrán emitir las unidades certificadas de emisiones, que se transaccionarán en el mercado.
Resuelto esto, los países tuvieron espacio para avanzar con otras resoluciones esenciales para la implementación del mercado. Como resultado, se establecieron decisiones y mandatos, entre los cuales se encuentra el requerimiento al SBM para que acelere el trabajo de implementación del registro del mecanismo y la creación de estándares e instrucciones referentes a aspectos necesarios para la selección de actividades que emitirán los créditos. Además, deliberaron sobre la forma de autorización de ajustes correspondientes para el uso de estos créditos en el cumplimiento de NDCs u otros fines internacionales de mitigación. También se concedió una extensión de plazo para la transición de actividades forestales ya registradas bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio al mecanismo del artículo 6.4, cuya solicitud de transición debe ser solicitada hasta el 31/12/2025.
A partir de estas decisiones, se podrá iniciar el detalle de los requisitos para la aprobación de las actividades que generarán créditos del artículo 6.4, y los trabajos de implementación de la estructura de registro y procesos para el funcionamiento del mecanismo.
En cuanto a los enfoques cooperativos (artículo 6.2 del Acuerdo de París), con el objetivo de la transferencia internacional de resultados de mitigación (ITMOs), las negociaciones comenzaron con el desafío de un borrador de decisión de 43 páginas, repleto de opciones y posiciones divergentes de los países. A lo largo de la Conferencia, y después de ser advertidos por el Presidente del SBSTA y por la Presidencia de la COP, los negociadores unieron esfuerzos para superar sus divergencias, y al final de la primera semana se produjo un borrador de decisión limpio de 19 páginas. Este texto fue la base para las negociaciones en la segunda semana, que se desarrollaron mucho más en reuniones a puerta cerrada, sin la participación de observadores.
Con base en esta decisión, los países buscaron bilateralmente superar los puntos de divergencia restantes, tales como (i) el proceso de autorizaciones necesarias para el uso de ITMOs, (ii) la información que deben contener estas autorizaciones y la posibilidad de alteración o revocación futura de las autorizaciones; (iii) la inclusión de información adicional a comunicar en el informe inicial de información sobre los acuerdos de ITMOs, (iv) las reglas sobre la primera transferencia de los ITMOs, (v) así como los formularios y tablas a ser utilizados para el informe anual de información, (vi) el proceso para la identificación, notificación y corrección de inconsistencias verificadas en los informes como parte del trabajo del equipo de revisión técnica del artículo 6; (vii) la interoperabilidad entre el registro internacional del artículo 6.2 y el registro del artículo 6.4, y las funcionalidades adicionales del registro internacional del artículo 6.2 para que pueda también apoyar a países que no poseen un registro nacional, entre otras deliberaciones.
En cuanto al instrumento previsto en el Artículo 6.8 – el intercambio y uso de enfoques de mitigación y adaptación no mercantiles (NMAs) – tuvo un desenlace más rápido. Ya al final de la primera semana, las partes llegaron a un acuerdo sobre el texto de la decisión, que fue enviado directamente para la aprobación de la CMA. En él se reflejaron las actividades realizadas durante la COP con el objetivo de intercambiar información sobre NMAs en desarrollo, casos de éxito, además de iniciativas de apoyo a la capacitación, transferencia de tecnología y financiamiento. También se indicó que los países iniciaron el registro de NMAs en la Plataforma creada por la Secretaría, para optimizar el intercambio de esta información.
Durante las negociaciones, algunos países propusieron iniciativas para fomentar la conexión entre la CMNUCC y la Convención sobre la Diversidad Biológica, para explorar posibles sinergias entre NMAs e iniciativas conjuntas. La propuesta no fue aceptada, pero la decisión reconoce la importancia de desarrollar NMAs que puedan vincular el enfrentamiento del cambio climático con la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible, incluyendo lo que llamaron Acciones Orientadas a la Madre Tierra, compuestas por diferentes sistemas de valores, incluyendo los orientados a vivir en equilibrio y armonía con la Madre Tierra.
Finalmente, las partes se prepararon para la continuación de las actividades de capacitación e intercambio de información, tanto por la Plataforma, como por eventos a ser promovidos a lo largo del próximo año, con el fin de fomentar una mayor participación por parte de stakeholders, como organizaciones internacionales, expertos técnicos, sector privado, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas e instituciones financieras.
Mitigación
El principal punto de la agenda de mitigación en la COP 29 fue el Programa de Trabajo de Mitigación (Mitigation Work Programme “MWP”). Este programa de trabajo volvió a ser uno de los más polarizados, con las partes asumiendo posiciones firmes e inflexibles, sobre todo en relación con la posibilidad de que el MWP abordara métricas y brechas de mitigación identificadas en la decisión de la COP 28 sobre el balance global (GST). Países en desarrollo del grupo LMDC y del Grupo Árabe se mantuvieron irreductibles en su oposición contraria a la posibilidad de que los resultados del GST orientaran los trabajos del MWP. Países como Australia, Corea del Sur, Suiza y el grupo de pequeños estados insulares (AOSIS) presionaron en sentido contrario.
El LMDC y el Grupo Árabe justificaron su posición con el argumento de que incluir métricas u objetivos, incluso colectivos, en el MWP, comprometería el carácter nacionalmente determinado de los compromisos de mitigación, algo que consideraban inaceptable. Brasil, por su parte, no se alineó a ninguno de los lados de la polarización, defendiendo que el MWP fuera un espacio de confianza e intercambio de experiencias entre las Partes, con foco en la implementación en lugar de aumentar la ambición de mitigación.
Ante la falta de consenso en la primera semana, las Partes aplicaron la Regla 16 de las normas de procedimiento de la CMNUCC, que pospone las discusiones para el próximo año sin que se consideren ninguno de los documentos producidos en esta sesión.
Sin embargo, debido a un gran esfuerzo de la Presidencia y la presión de países que deseaban ver continuar las discusiones en esta sesión, fue posible reanudar la negociación en la segunda semana. Las negociaciones del MWP así recomenzaron desde cero, con las Partes siendo invitadas a expresar sus expectativas para la decisión de la CMA 6 sobre el programa. A pesar de la reiteración de antiguos desacuerdos, la propuesta brasileña para la creación de una plataforma digital que conecte iniciativas y proyectos de mitigación con potenciales inversores fue, en general, bien recibida.
En este nuevo contexto, las Partes acordaron excluir referencias al GST y a las brechas de mitigación reconocidas en la decisión de Dubái. La propuesta brasileña de creación de la “plataforma digital para facilitar la implementación de acciones de mitigación, promoviendo la colaboración entre gobiernos, financiadores y otras partes interesadas en el desarrollo de proyectos invertibles de forma alineada a los intereses nacionales y determinada por el propio país” fue mantenida. Esta iniciativa podría dar un nuevo propósito al MWP, cuya implementación sería debatida en la conferencia de Bonn de 2025.
La decisión adoptada en la plenaria toma nota de la propuesta brasileña, e invita a las Partes, observadores y otras partes interesadas a presentar, a través del portal de sumisiones, hasta el 1 de mayo de 2025, sus opiniones sobre el diseño y las características de la plataforma mencionada, con el objetivo de realizar un intercambio de opiniones en Bonn en junio de 2025.
Balance Global del Acuerdo de París
El tema controvertido que bloqueó el avance del MWP en la primera semana fue tratado en la decisión del Diálogo de los EAU, un punto de la agenda destinado a discutir las modalidades de un diálogo continuo sobre la implementación de las recomendaciones del Primer Balance Global del Acuerdo de París adoptado en la COP 28. Había gran expectativa de que este punto de la agenda trataría de cómo monitorear la implementación del Primer Balance Global del Acuerdo de París para garantizar que las nuevas NDCs sigan tales orientaciones, incluidas las relacionadas con la transición para alejarse de los combustibles fósiles. Pero la verdad es que estas discusiones desde el principio se mostraron contenciosas, con el grupo de los LMDCs resistiendo fuertemente a tratar el tema e intentando enmarcarlo solamente como una discusión sobre financiamiento para la adopción de las medidas recomendadas.
Al final, el borrador de decisión sometido a la plenaria fue una minuta bastante diluida, pero que traía alguna elaboración sobre la operacionalización del diálogo hasta el año 2026, por medio de caminos paralelos de seguimiento de las recomendaciones del GST, incluyendo mitigación, adaptación, pérdidas y daños y medidas de respuesta.
Sin embargo, el texto fue ampliamente rechazado durante la plenaria final, habiéndose aplicado así la regla 16 y remitiéndose la materia para ser considerada en la próxima COP.
Pérdidas y Daños
Con la adopción de las decisiones en la COP 28 sobre la operacionalización del Fondo de Pérdidas y Daños y sobre la Red de Santiago, y el cierre de un ciclo decisorio políticamente reñido sobre Pérdidas y Daños, las expectativas para la COP 29 eran que las negociaciones sobre los puntos aparentemente sencillos que constaban en las agendas de negociación serían más técnicas y menos disputadas. Sin embargo, esto resultó ser erróneo desde la primera semana. La insatisfacción de Kenia con la decisión de ubicar la sede de la Secretaría de la Red de Santiago en Ginebra resultó ser una gran barrera de negociación. Al final, las Partes acordaron una decisión procedimental, reconociendo de manera vaga el progreso de los trabajos del WIM y de la Red de Santiago, pero remitiendo las discusiones sobre el Informe Anual Conjunto (Joint Annual Report – JAR) y la revisión del Mecanismo Internacional de Varsovia a la SB62. Una vez más, las partes indicaron que las consideraciones sobre la gobernanza del WIM continuarán siendo debatidas en la COP 30/CMA 7.
Por otro lado, las negociaciones que trataban de la revisión del primer año de trabajo del Fondo de Pérdidas y Daños desde su operacionalización por la COP 28 avanzaron, resultando en la adopción de una decisión que, entre otras cosas, reconoce la selección de Filipinas como país anfitrión del Consejo del Fondo, y la firma del acuerdo de cooperación realizado. La decisión también aprecia el trabajo del Banco Mundial en la operacionalización del Fondo. La decisión también agradece las promesas de donaciones al Fondo por parte de los gobiernos de Australia, Austria, Estonia, Luxemburgo, República de Corea, Nueva Zelanda y Suecia, así como por el gobierno de la Región de Valonia, en Bélgica.
Transición Justa
En la COP 29, la expectativa era de involucrar el Programa de Trabajo de Transición Justa con procesos sustanciales de negociaciones. Sin embargo, esta expectativa se vio frustrada ya en la primera semana, al no ser posible ningún consenso entre las partes sobre el borrador de decisión que serviría de base para las negociaciones en la semana política de negociaciones.
La segunda semana de la COP estuvo marcada por el silencio en los pasillos y en las salas de negociación. Mientras la Presidencia y las delegaciones de Brasil y Reino Unido hacían sus consultas con los grupos de delegados regionales, no había texto para compartir y las partes no tenían mandato para autoorganizarse o realizar conversaciones más informales. De esta forma, la Presidencia presentó un texto en la mañana del jueves (penúltimo día de negociaciones formales) con algunas opciones de texto, pero que poco avanzó en sustancia para operacionalizar efectivamente el programa de trabajo.
En la mañana del que debería ser el último día de negociaciones, la Presidencia envió un comunicado informando que nuevos borradores de decisión serían compartidos hasta el mediodía, para contribuciones puntuales de las partes, a fin de que el texto final fuera presentado hasta la medianoche del viernes día 22, antes de la plenaria del sábado (23.11.2024).
El día 22 al mediodía, se presentó un nuevo borrador que, en síntesis, contenía cuatro puntos principales. Primero, el texto mencionaba expresiones como “derechos humanos” y “género” solo a título de reconocimiento, sin establecer vinculaciones concretas. Segundo, con respecto a los dos diálogos anuales que ocurrieron en 2024, hubo divergencias entre las partes, ya que el G77 + China se opuso a incluir esa mención debido a críticas sobre la conducción poco equilibrada de los procesos. Así, el texto solo reconoce el trabajo de los órganos subsidiarios en realizar los diálogos, sin mencionar sus resultados. Tercero, en relación con el alcance del plan de trabajo, el texto enfatizó que los aspectos relacionados con la energía, la fuerza laboral y los aspectos socioeconómicos deben ser tratados de manera equilibrada, para evitar un enfoque excesivo en el tema de la fuerza laboral, un punto más destacado por los países desarrollados. Finalmente, el cuarto y más importante punto fue la propuesta brasileña para la creación de un comité que estudiara resultados concretos para este programa de trabajo. Aunque esta propuesta específicamente no fue incorporada, el texto de la decisión invita a las Partes, observadores y otros actores a someter sus visiones sobre resultados concretos para alcanzar los objetivos del programa de trabajo, conforme al párrafo 2 de la decisión 3/CMA.5. Además, solicitaba que se preparara una compilación de estas visiones para ser presentadas en la próxima sesión de los Órganos Subsidiarios.
Sin embargo, el texto fue rechazado durante la plenaria final, habiéndose aplicado así la regla 16 y remitiéndose la materia para ser considerada en la próxima COP.
Transferencia de tecnología
En la COP 29, los temas centrales relacionados con la transferencia de tecnología involucraron la evaluación y el futuro del Programa Estratégico de Poznan para la Transferencia de Tecnología (PSP), lanzado en la COP 14 en 2008. Este programa tiene como objetivo facilitar la transferencia de tecnologías ambientalmente seguras (TAS) a países en desarrollo, abordando prioridades locales y necesidades específicas. Otro punto fundamental fue la estructuración del Programa de Implementación de Tecnología (TIP), discutido inicialmente en la COP 28. La expectativa es que este nuevo programa fortalezca la implementación de tecnologías climáticas esenciales para mitigar y adaptarse al cambio climático a escala global.
Durante las negociaciones, las delegaciones llegaron a un consenso en cuanto al inicio del cierre del PSP y la evaluación general sobre el programa. En relación con el TIP, hubo un debate intenso, pero sin consenso. Los principales puntos de divergencia incluyeron la estructura del programa, con propuestas para la creación de una aceleradora de implementación de tecnologías y de un hub para la transferencia de conocimiento. Además, se discutió la participación de organizaciones de la sociedad civil en el proceso y que se incluyera en su alcance iniciativas para facilitar el acceso de los países en desarrollo o menos desarrollados a las tecnologías, como la flexibilización de los derechos de propiedad intelectual y la superación de barreras comerciales. Sin embargo, estas cuestiones fueron postergadas para el próximo año.
En resumen, la decisión: reconoce los esfuerzos del FMAM en el financiamiento e implementación de las iniciativas del programa en los últimos años; solicita la elaboración de un informe que evalúe el Programa Estratégico de Poznan, para ser concluido hasta junio de 2026, con un balance de los progresos alcanzados; los principales desafíos enfrentados; y los éxitos y lecciones aprendidas durante la implementación; requiere un análisis del informe para ser discutido en la COP 31 con el objetivo de apoyar actividades identificadas en las NDCs, planes nacionales de adaptación, evaluaciones de necesidades tecnológicas y estrategias a largo plazo de los países en desarrollo. Además, el proceso ayudará a informar los próximos pasos del TIP; y recomienda una decisión final sobre la creación y estructuración del TIP en la COP 30.
Transparencia
La Conferencia de Bakú representa un hito importante para la transparencia en el contexto del Acuerdo de París, siendo la última antes de la entrega de los BTRs (Informes Bienales de Transparencia) en diciembre de 2024. Cabe destacar que las Partes ya habían decidido que 2024 sería el año de transición de los BRs y BURs (informes de transparencia bajo la CMNUCC) a los BTRs.
Sin embargo, ante la posibilidad de que países se retiren del Acuerdo de París pero permanezcan en la CMNUCC, se discutió la necesidad de que estos países continúen presentando informes bajo la Convención. En este escenario, los países que no sean parte del Acuerdo de París continuarían presentando BRs (para países del Anexo I) o BURs (para países no Anexo I). De esta forma, la Secretaría mantendría la elaboración de informes de síntesis de los instrumentos de la Convención, aunque se presentaran pocos o incluso un solo informe. A pesar de que ningún documento oficial de las negociaciones reflejó este debate, se espera que el tema regrese en la sesión de Bonn, en junio de 2025, especialmente si Estados Unidos u otros países inician procesos de salida del Acuerdo de París pero permanecen en la CMNUCC.
Otro punto destacado de las negociaciones fue el financiamiento para la transparencia. Los países en desarrollo informaron dificultades para acceder a recursos y capacitación suficientes para cumplir con los requisitos del BTR. Por otro lado, los países desarrollados argumentaron que los fondos disponibles en el FMAM no fueron plenamente utilizados por los países elegibles para este fin.
Las discusiones avanzaron sobre qué países en desarrollo tendrían derecho a acceder a estos fondos (todos los países en desarrollo o solo los más pobres) y sobre cómo hacer los flujos financieros y el acceso más eficientes.
En este contexto, la decisión reconoció que los países en desarrollo necesitan apoyo adicional en arreglos institucionales, gestión de datos y capacitación, según corresponda, para fortalecer sus capacidades relacionadas con la recopilación, análisis y gestión de datos. Además, solicitó que la secretaría organice talleres con la participación del FMAM para facilitar intercambios de experiencias entre países, de modo a identificar y superar las dificultades enfrentadas en la elaboración de los BTRs.
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